Una Maison de Champagne muy conocida gracias a la Formula 1
Por Manel Guirado
Aterrizamos en La Champagne, cuna del vino espumoso más famoso y afamado del mundo. Y lo hacemos de la mano de G.H. Mumm, uno de los grandes nombres de la Champagne, conocidos en el mundo entero por sus vinos espumosos de alta calidad, asociados a la tradición, al lujo, a la victoria y también a su Cordon Rouge.
La Champagne es una de las grandes regiones vitivinícolas del mundo, un terroir privilegiado y no por ello fácil de cultivar, de donde salen algunos de los vinos internacionalmente más reconocidos.
Situada al norte de Francia, es la región vitivinícola más septentrional del país con un clima frio, lluvioso… El ella sólo algunas variedades como la Chardonnay, la Pinot Noir o la Pinot Meunier maduran favorablemente, y aun así los productores han tenido que desarrollar durante siglos una viticultura y enología únicas, a veces fruto de la casualidad, para poder interpretar en vino este terroir tan exigente. Sólo así se entiende este producto único.
Un buen ejemplo de ello lo encontramos en Champagne G.H. Mumm, casa fundada en 1827 por los hermanos Mumm (viticultores del valle del Rhin), así como G. Heuser y Frederich Geisler, en la capital de la Champagne, Reims.
Desde el inicio su objetivo fue claro: la elaboración de vinos de la más alta calidad, basados en a tradición y no por ello renunciar a la tecnología y conocimientos más avanzados. Como prueba de ello, Champagne Mumm fueron la primera casa en utilizar barricas para la fermentación del vino y pioneros en la separación de los vinos por parcelas hasta el momento del coupage.
Un paseo por la bodega nos permite ver la evolución tecnológica de la casa a partir de maquinaria para los más diversos trabajos, tecnología punta en su momento.
El ejemplo de una región escepcional
Como es frecuente en la Champagne, Mumm fue adquiriendo viñedos en las distintas sub-zonas de la región para poder así disponer de las mejores uvas de Chardonnay y Pinot Noir y poder obtener los vinos más equilibrados a partir de la mezlca de los vinos base resultante.
Para evitar la pérdida de calidad que supondría transportar las uvas desde los viñedos hasta la maison Mumm, fueron situando distintas prensas cerca de los principales viñedos para poder transportar el mosto a la bodega de forma rápida y sin riesgo de oxidación.
Ya en la bodega los mostos hacen la primera fermentación alcohólica, siempre separados por variedades y por parcela.
Antes de la segunda fermentación en botella que dará paso a la espuma característica del champagne, mezclan los vinos del año con hasta un 20% de vinos añejos buscando el equilibrio entre frescura y redondez. En este momento las botellas están listas para pasar un largo tiempo en las cavas reposando para desarrollar todos sus aromas y una burbuja fina y cremosa.
La visita a las cavas Mumm permite entender perfectamente no sólo la elaboración del champagne, sino la grandiosidad y exclusividad de esta región vitivinícola.
Grandiosidad por los millones de botellas que pueden llegar a albergar los kilómetros de cavas subterráneas cavadas bajo tierra esperando a su momento óptimo de degüelle; exclusividad por un sistema de elaboración único en el mundo que no se entendería sin la historia de esta región y un terroir tan característico.
El Cordon Rouge de G.H.MUMM, champagne sobre ruedas
A partir de esta materia prima y el tradicional méthode Champenoise, Champagne Mumm elabora distintos productos como el Mumm rosé, el semi-seco, los Millesimé (es decir, vinos de una sola añada excepcional), el blanc de blancs (elaborado tan sólo con la uva blanca chardonnay) o el Cuvée L. Lalou.
Pero si Mumm es especialmente conocido es por su Cordon Rouge, el vino estandarte de la casa, conocido por la banda roja que cruza la botella, inspirado en la banda en la Legión de Honor Francesa.
Este simple detalle ha acabado convirtiéndose en uno de los elementos publicitarios más eficaces del mundo del champagne hasta el punto que la gente ya no pide un “champagne” o un “Mumm” sino un “cordon rouge”.
GH. Mumm es también símbolo de velocidad, motor y victoria, pues hasta hace pocos años fue el champagne asociado a todas las celebraciones del Gran Premio de Fórmula 1.
De hecho fue con una botella de Mumm que se inició la tradición de celebrar los triunfos en el podio descorchando una botella y esparciendo el champán por encima de los asistentes. Fue en 1907, en motivo de la carrera Pekin-París.
A diferencia de lo que se pueda pensar, en Champagne Mumm y en general en la región de la Champagne, la cantidad y la calidad no van reñidas. Aun produciendo millones de botellas al año comercializadas en todo el mundo, Mumm mantiene aun hoy día unos estándares de calidad muy altos, tal y como sus fundadores proyectaron des del inicio.
No te pierdas las 10 cosas que puedes hacer para disfrutar de La Champagne en verano.
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