Una cálida noche de primavera me dio la oportunidad de conocer al reconocido chef brasileño Alex Atala. Fue durante un cóctel ofrecido en su honor en el restaurante El Baqueano, ubicado en la capital argentina.
Por Diana Silva Franco
Alex Atala, después de una conversación muy animada que puso a prueba mi portugués y mis nervios de acero, accedió a contestar on the record algunas preguntas para WineStyle Travel. Con una espontaneidad inesperada y una risa muy contagiosa.
Cuando tienes que escoger un vino para tomar con amigos o en casa, ¿qué sueles escoger?
Para una ocasión así, la idea es agasajar a los amigos, así que escojo vinos fáciles de tomar y de preferencia orgánicos, naturales y, en lo posible, biodinámicos.
No podría decirte un nombre específico, me gustan muchos. Lo que ha pasado en las últimas décadas en la industria del vino es una explosión de productores y métodos. Incluso en vinos biodinámicos y naturales podemos encontrar grandes variaciones en los métodos.
No soy muy fan de las burbujas, pero sí varío entre blancos, rosados y tintos, depende mucho del horario. Si es una tarde de calor un rosado sin duda, si es para una comida más vegetal o quizás pescados, me quedaría con un blanco aunque me gustan los tintos que van con pecados también… Y si es un asado, ¡tinto!
¿Cómo elige un vino Alex Atala?
Es una mezcla del clima, la comida y la compañía. A nivel personal me inspira mucho el momento que estoy viviendo, pero a nivel profesional, la comida que hacemos todos los días en el restaurante tiene sabores nuevos, mucho carácter. Entonces siempre busco bebidas menos clásicas, o hasta vinos que algunos podrían caracterizar como defectuosos pero que me gustan por su carácter, por su tipicidad.
En D.O.M, cuando los comensales piden el maridaje con vinos, apuntamos a vinos menos comunes, distintos, muchas veces brasileños.
Hay un vino que vale la pena mencionar: Era dos ventos, um vinho laranja, que está prácticamente siempre en nuestro menú.
Ante la carta de vinos – y en la vida-; ¿arriesgas o te dejas llevar?
Me arriesgo más de lo que voy por lo seguro. Soy muy curioso, tanto con la comida como con los vinos.
Tienes una oportunidad: conquístala con un solo plato.
Tendría que cocinar cosas típicas de la región donde ella nació, que es el Cerrado brasileño. A excepción del pequi, que es una fruta que no le gusta, haría una comida regional a base de cerdo, farofa, feijão verde fresco, recién cosechado.
Y para beber, un vino rosado.