¿Estás planeando una escapada a la encantadora isla de Mallorca y buscas una experiencia que vaya más allá de las playas y hoteles turísticos? ¡El agroturismo es la opción perfecta para ti! Te compartimos 5 agroturismos que te invitan a bajar revoluciones y a conectar con la historia y tradición del paraíso mediterráneo. 

Ariadna Vila 

Mallorca ofrece un sinfín de posibilidades para todos los gustos, todas ellas con su encanto. Te recomendamos 5 agroturismos que te invitan a perderte entre almendros y algarrobos y a conocer la tradición e historia de esta isla mediterránea.

¿Qué es un agroturismo?

Antes de adentrarnos en los mejores agroturismos donde alojarse en Mallorca, te contamos qué es el agroturismo. Se trata de una práctica turística que ofrece una oportunidad única de alojamiento y gastronomía en explotaciones agrarias y ganaderas. Es mucho más que unas vacaciones, es la oportunidad para conectar con la naturaleza, las tradiciones y la cultura local. Una experiencia enriquecedora que te permitirá llevarte a casa un pedacito de la verdadera Mallorca.

Y ¡eso no es todo! El agroturismo no solo beneficia a los viajeros, sino que también potencia las comunidades locales. Al preservar las tradiciones y estimular la economía mediante el consumo de productos locales, contribuimos positivamente a la calidad de vida de los habitantes. ¡Con el agroturismo, no solo viajamos, también contribuimos a la vida en un entorno rural!

¿Por qué hacer agroturismo en Mallorca?

Mallorca es mucho más que playas de ensueño y sol resplandeciente. Es una tierra que fusiona lo mejor de la naturaleza con una arraigada historia y tradición agrícola. El escenario perfecto para desconectar del bullicio y conectar con la naturaleza en su estado más puro.

La isla más grande de las Baleares tiene algo para todos los gustos: desde playas de postal, perfectas para relajarse bajo el sol, hasta la majestuosa Sierra de Tramuntana, un paraíso para los amantes de la aventura; además de encantadoras aldeas pintorescas, cada uno con su propia historia y sus tradiciones.

En los agroturismos de Mallorca, la vida se mueve a otro ritmo, te invitan a dejar atrás las prisas y las tensiones del día a día. Lejos del ajetreo de las ciudades y las playas abarrotadas, estos refugios ofrecen una experiencia única donde la naturaleza y la calma se convierten en las auténticas protagonistas.  

¿Es caro el agroturismo en Mallorca? 

¡No te preocupes! En Mallorca encontrarás una gran variedad de agroturismos para todos los gustos y presupuestos: desde acogedoras casas rurales hasta lujosas fincas, llamadas Possessions con todas las comodidades. ¡Seguro que darás con el alojamiento perfecto para ti! Aquí te compartimos 5 de nuestros favoritos para que empieces a planificar tu próxima escapada:

5 mejores agroturismos de Mallorca

1. Sa Plana Nova (Portocolom)

Si estás buscando un lugar donde el silencio sea tu mejor compañero, entonces Sa Plana Nova es tu lugar ideal. 

Desde el momento en que pongas un pie en esta antigua finca del siglo XIX, te alejarás del ajetreo del día a día. En Sa Plana Nova, la magia reside en la simplicidad. Aquí, la verdadera aventura consiste en desconectar del ritmo acelerado de la vida cotidiana y entregarse a la paz y la tranquilidad que emanan de la naturaleza. No hay prisas, ni obligaciones, solo el tiempo para disfrutar del silencio y la belleza del entorno.

Si te apetece una pequeña aventura, ¡no te pierdas el paseo hasta el mar! Aunque caminar hasta la costa lleva unos 45 minutos, ¡te aseguramos que vale la pena! 

La vista del amanecer desde allí es algo que no olvidarás fácilmente. A tu regreso, te mimarán con un delicioso desayuno elaborado con productos frescos de su propio huerto o si lo prefieres, podrás preparar tus creaciones culinarias en tu apartamento. 

Si buscas una experiencia gastronómica fuera de la finca, te recomendamos algunos lugares encantadores en Portocolom, como Sa Llonja y Mínim Gastrobar o Can Bernat, donde podrás deleitarte con auténticas delicias locales. 

Y para una dosis extra de diversión, no pierdas la oportunidad de visitar los mercados de Santanyí o Felanitx, una bonita manera de formar parte de la vida local y descubrir productos frescos, artesanía y mucho más.

Además, en Sa Plana Nova convivirás con los animales que deambulan libremente por la finca: burros, pavos reales, cabras, e incluso gallinas felices que te obsequiarán con huevos frescos para el desayuno.

Lo mejor de todo de este agroturismo es su compromiso con el medioambiente: no echan nada a perder. Tienen una sala de reciclaje y compostaje para asegurarse de aprovecharlo todo y cuidar su hermoso entorno.

2. Es Rafal (Montuïri)

Otro de nuestros favoritos es la Finca Es Rafal en Montuïri, que nació de la voluntad de Maria y Toni, padres de los actuales gestores, Maria Antònia y Pau, gracias a una iniciativa de Unió de Pagesos en los años 90. Su objetivo era crear un ambiente donde los huéspedes se sintieran como en casa y pudieran vivir la verdadera esencia de Mallorca. ¡Y lo han hecho realidad!

Donde antaño pastaban vacas y ovejas, se ha convertido en un oasis agrícola con olivares, algarrobos y naranjos por doquier. Aquí podrás pasear por sus campos, recolectar naranjas frescas del árbol y visitar su huerto de tomates y pimientos. Un destino perfecto para los amantes de la naturaleza que buscan tranquilidad y aire puro.

Las habitaciones de Es Rafal son verdaderos refugios de confort y autenticidad. Desde habitaciones con cocina hasta estudios sin ella, cada rincón te invita a vivir una experiencia única y genuina. 

Los nombres de las habitaciones como «Es Raïm» o «Talaia» reflejan la esencia de la finca, mientras que la decoración está impregnada de objetos artesanales de la historia mallorquina. Todo lo que ves y utilizas en Es Rafal es auténtico y sigue en uso. Además, en la finca todavía producen su propio aceite de oliva. 

En Es Rafal podrás formar parte de actividades centradas en la cultura local, como degustaciones de vinos mallorquines de bodegas locales como Can Majoral, Miquel Gelabert, Blanca Terra o la Confraria d’Amics de les Vinyes i dels Vins de Montuïri. 

Además, el desayuno lo preparan ellos mismos, repleto de repostería tradicional mallorquina. ¿Has probado los cremadillos o los rubiols? ¡Son irresistibles! También ofrecen productos de panadería elaborados por Can Joan d’es Forn y panes amasados con harinas antiguas elaborados por Pans Lluc. ¡Y no te olvides de probar la sobrassada y otros embutidos locales para darle un toque aún más auténtico a tu desayuno!

Y si lo que quieres es probar auténtica gastronomía local, acércate a S´Hostal de Montuïri, uno de los restaurantes más populares de la Part Forana donde podrás degustar un genuino “pa amb oli” o el asador Son Bascós, especializado en codornices a la brasa. 

Y atención, familias: ¡hay un apartamento especialmente diseñado para vosotros! 

«Es Sostre» ofrece todas las comodidades necesarias para unas vacaciones perfectas en familia o una estancia tranquila y rejuvenecedora en plena naturaleza.

3. Perola (Llucmajor/Porreres)

Dicen que quien visita Perola, regresa, ¡y no nos extraña! En este agroturismo te sentirás como en casa. Miquela, Josep, Maria Elisabet y Victòria, la familia que lo gestiona te brindará un trato cálido y totalmente personalizado. 

En Perola, te impregnarás del aroma de sus árboles frutales como los almendros, los algarrobos, los naranjos y las mandarinas mallorquinas. También podrás disfrutar de la compañía de ovejas y gallinas, animales que forman parte de la granja familiar.

Y ¿qué decir del desayuno? Es la estrella de la casa: una deliciosa selección de productos frescos de temporada, todos ellos caseros y preparados con mucho amor. Desde la harina de Xeixa, autóctona de Mallorca, hasta el zumo de naranjas recién exprimido y los huevos frescos de sus gallinas, ¡te garantizamos un festín para el paladar!

Perola es un lugar ideal para venir con tu pareja, ya que no admiten familias, por lo que podrás disfrutar de un ambiente íntimo y relajado.

Cada habitación es única y evoca la encantadora esencia de las antiguas estancias de una casa tradicional mallorquina. Te recomendamos que duermas en “Sa Païssa”, una acogedora habitación doble que te transporta a rusticidad del siglo XIX, o en el “Estudi”, que en épocas pasadas fue testigo de la dulce fragancia de los albaricoques.Una de las cosas que más nos encanta de Perola es su compromiso con la sostenibilidad y el respeto al medioambiente: toda la finca funciona con energía fotovoltaica.

4. Aumallia (Felanitx)

En Aumallia, el canto de los pájaros es el protagonista. Aquí, entre árboles que parecen susurrar melodías y una vegetación semejante a la de un bosque encantado, encontrarás el refugio perfecto para escapar del ajetreo diario. Podrás pasear entre olivos, limoneros y naranjos y perderte en su jardín de más de 30 años repleto de robles y encinas. 

Se trata de una de las primeras fincas en ofrecer agroturismo en Mallorca. Con una colección de guitarras y laúdes antiguos, y un piano de cola Colin, esta finca familiar ha sido testigo de incontables melodías a lo largo de los años.

En sus orígenes, la finca fue una antigua vaquería y hoy en día se ha transformado en un remanso de tranquilidad y bienestar, con un spa para que no hagas nada más que relajarte. 

Con la adquisición de la finca por parte del patriarca de la familia Martí, la herencia mallorquina se ha preservado y enriquecido a lo largo del tiempo. Sus hijos la han diseñado con la elegancia característica de una antigua posesión mallorquina, cada detalle evoca a su historia: las vidrieras de una casa señorial, hasta las imponentes puertas que recuerdan la majestuosidad de un auténtico palacio, sus dos chimeneas y los cuadros antiguos, crean un ambiente de épocas pasadas.

Pero Aumallia no es solo un lugar para relajarse; también es un espacio para trabajar. ¿Te imaginas poder teletrabajar desde un entorno rural y tranquilo como este? Aquí podrás pasar un día completo en el espacio coworking, con acceso a todas sus instalaciones y servicios. Wifi de alta velocidad, café, agua… Y, lo mejor de todo, ¡unas vistas espectaculares!

Y después de una jornada de trabajo, ¿qué mejor manera de relajarse que darse un chapuzón en la piscina, relajarse en el spa o hacer ejercicio en el gimnasio? 

5. Son Trobat (Sant Llorenç des Cardassar)

En Son Trobat, los anfitriones, Antònia y Andreu, ofrecen a sus huéspedes lo mismo que ellos mismos desearían recibir. Desde el momento en que llegas, te dan la bienvenida con una sonrisa que te hace sentir como en casa. 

Esta finca es un paraíso verde, rodeada de más de 300 olivos y 2000 naranjos y con una piscina al aire libre, perfecta para refrescarte en los días calurosos de verano. 

El restaurante de Son Trobat es el lugar perfecto para degustar su cocina mediterránea, elaborada con ingredientes frescos y locales. Tienen su propio huerto donde cultivan naranjas, tomates, pimientos y alcachofas, que se convierten en los protagonistas de sus exquisitos platos. Además, podrás disfrutar del aceite de oliva producido en la finca, un verdadero tesoro de la tierra mallorquina.

Una de las joyas de Son Trobat es, sin duda, la Suite Sa Volta, donde antiguamente se ubicaba la bodega de la finca. Dormir en este espacio te transporta a otra época, ¡seguro que te encantará! 

Y si te gusta practicar senderismo, Son Trobat es uno de los puntos donde transcurre la Vía Verde, un recorrido por la costa de levante, siguiendo la ruta del antiguo ferrocarril que comunicaba el extremo este de la isla. 

¿Te has quedado con ganas de más? Lee nuestro artículo sobre Cinco agroturismos donde alojarse y comer en Menorca.