¿Sabes cómo conservar el vino en casa, antes y después de abierto?
Si bien lo mejor para disfrutar el vino en sus mejores condiciones es bebérselo una vez abierto y no guardarlo, hay algunas consideraciones que tenemos que tener en cuenta antes de abrirlo, y varias opciones si no vamos a consumir toda la botella el primer día.
Redacción
Es viernes por la tarde y has pasado por la vinoteca de tu zona para comprar una botella de vino para la cena de esta noche (o la comida de mañana). Pero te han recomendado varias opciones que te gustaban y finalmente has decidido comprar más botellas de las que necesitas para compartir con tus amigos y amigas. Llegas a casa y… ¿dónde guardas los vinos?
AL VINO, LO QUE MENOS LE GUSTA ES EL CAMBIO DE TEMPERATURA, LA SEQUEDAD, LOS OLORES Y EL EXCESO DE LUZ
La primera respuesta de muchas personas es: en la cocina o el comedor si es tinto, en la nevera si es rosado o blanco. ¡Error! Atento que te contamos por qué:
La cocina es una de las zonas de la casa con más variación de temperatura debido al uso del horno, fogones y campana. Y al vino, lo que menos le gusta, es el cambio de temperatura, la sequedad, los olores y el exceso de luz.
La nevera es enemiga de los vinos. Su temperatura es demasiado baja y muy seca, no nos conviene. Puede alterar aromas y matices del vino e incluso generar precipitaciones. Ya sabes, esos cristales que quedan en el fondo de la botella y que no te gustan.
De acuerdo, si es un vino espumoso, blanco o rosado joven, un vino sencillo, puede dormir en la nevera. ¡Pero no lo guardes aquí eternamente!