El Día de la Madre está cerca. El próximo 5 de mayo se celebra en España esta fiesta, ¿ya tienes tu regalo preparado? Por una vez déjate de flores, de bombones, de perfumes o de postales de bonita caligrafía.
Por Esther Ibañez
En el Día de la Madre 2019 déjate también de vinos blancos afrutados o de rosés franceses con angelotes cuchicheando en la etiqueta. Quizás tu madre no es de esas madres. Quizás tu madre controla sobre vinos y lo que de verdad aprecia es que le regales un vinazo.
Y no creas que vas a tener que presupuestar una suma muy elevada. Las siguientes sugerencias son detallazos a precios contenidos, perfectos para madres winelovers que nos consta que las hay. Aunque a veces lo pasemos por alto.
En las siguientes líneas cinco opciones para escoger o combinar…o quizás hacer el lote perfecto de “vinos para una madre moderna”.
Un Vino Longevo
Quizás ella ya tiene una edad, pero se conserva muy bien. Como un Oporto. Como una botella de Ramos Pinto. Nada de beberlo en un vasito ridículo de cristal esmerillado. Este Oporto merece una buena copa.
Es un vino generoso de graduación media con mucha potencia y un ligero dulzor. Elegimos RP30, un Tawny de 30 años, obtenido de la mezcla de varias añadas de vinos de Oporto envejecidos. En la copa encontraremos deliciosos aromas a vainilla, cacaos y frutos secos.
RP 30 ES PERFECTO PARA TOMARLO SOLO O CON UN POSTRE A BASE DE FRUTOS SECOS
Ramos Pinto, además de por la calidad de sus vinos, destaca por conservar una icónica cartelería vintage que nunca ha llegado a pasar de moda. Imágenes como la de “The Kiss” creado en 1928 por René Vincent son un buen ejemplo de ello.
Burbujas Francesas
Si la tuya es de esas madres a las que le gustan las celebraciones, que improvisan comidas familiares para veinte personas y proponen brindis, el champagne es una gran opción.
Las grandes maisons de champagne son de sobra conocidas, por ello para sorprenderla necesitarás un champagne de vigneron, joyitas de pequeños productores como lo es el joven Etienne Calsac.
Calsac, siguiendo los preceptos de la biodinámica cultiva pequeñas parcelas. De la llamada Clos de les Maladries, en Avize, surge su champagne más especial. Esta pequeña parcela de Chardonnay de 0,17 Has, que plantó su abuelo se cultiva exclusivamente con tracción animal y es una de las más pequeñas de toda la AOC Champagne.
Sus burbujas maridan a la perfección con rodaballo. Aunque realmente, un buen champagne como este, marida con casi cualquier plato. Tu madre seguro que ya lo sabe.
Vinos para amantes de los dulces
Para esas madres que son todo besos, postres de manzana y galletitas caseras: un dulce. Si acompañan con un moscatel el final de los almuerzos, es que están preparadas para el próximo upgrade: un Tokaji. El rey de los vinos dulces les va a encantar. Entre los más reputados se encuentran los Oremus, que pertenecen a la mítica casa Vega Sicilia.
El tokaji húngaro se elabora solo en los años en los que la climatología reúne las condiciones óptimas para que sobre los granos de uva se genere un hongo llamado “botrytis cinérea” o podredumbre noble. El proceso enológico y de crianza es especialmente lento y complejo, sin que haya sufrido variaciones desde hace cientos de años. Es por ello uno de los vinos dulces más famosos y apreciados del mundo.
Marida especialmente bien con foie, una armonización clásica que no falla nunca.
Un vino evocador
Si es de esas madres que adoran Italia, su gastronomía, su cultura y sus ciudades: daremos en el blanco con un vino de la Toscana.
En Podere San Cristoforo (IGT Maremma Toscana) nos proponen su Carandelle, un monovarietal de Sangiovese. Es un tinto biodinámico en el que la personalidad de la variedad se conjuga perfectamente con las notas de su paso por madera. En esta bodega de la Toscana, en la que siempre sopla la brisa marina, además de su viñedo cultivan también olivos, cereales y girasoles.
Una muy buena opción para acompañar una tabla de quesos italianos: parmesano, grana padano o un delicioso pecorino.
Un vino viajero para madres aventureras
Si es una madre de las que viajan mucho, o incluso si viaja menos de lo que le gustaría, sorpréndela con un vino que traslade sus sentidos a un lugar encantador: Sudáfrica.
Quizás tu madre conozca la variedad Pinot Noir y quizás haya tenido la ocasión de probar un vino elaborado con Cariñena: pues bien, lo que proponemos es descubrir la Pinotage.
Se trata de una variedad que surgió de la mano de un profesor de viticultura de Stellenbosch en 1925, a partir de un cruce de la Pinot Noir y la allí llamada Hermitage (Cariñena).
La Pinotage se ha adaptado perfectamente al clima sudafricano y con los años, ha conseguido dar estupendos vinos como este Allée Bleue que os proponemos. El confit de pato o las carnes rojas serán buenos acompañantes para este Pinotage. Y también el chocolate ;).
