Hay que venir hasta el Valle de Uco para comprender por qué cuando llegas aquí, te enamoras del lugar. Esa es la parte romántica de plantar viñedo en el sur de Mendoza, en Argentina. La explicación más técnica sería la altitud de 1,200 metros y las temperaturas extremas con grandes cambios de día y noche.
Por Glòria Vallès
Además de la altitud, un ambiente seco y con poca lluvia, y la exposición permanente al sol de los viñedos plantados en orientación sur/suroeste, favorecen el cultivo de la vid. Clos de los Siete incluye 850 hectáreas de viñedos en Vista Flores, Tunuyán, 120 km al sur de la ciudad de Mendoza. Una propiedad con un microclima ideal para no tener que preocuparse en exceso de la maduración precipitada debido al cambio climático, y de las contaminaciones por hongos en el viñedo debido a la humedad.
Pero sí, volvamos al sueño porque son los sueños los que nos mueven en la vida, los que nos hacen sentir y tomar decisiones arriesgadas. El prestigioso enólogo Michel Rolland, originario de Burdeos, tomó una de esas decisiones junto a otros nombres de alto nivel en la viticultura francesa, y entre todos crearon Clos de los Siete.
Entre los socios del proyecto se encuentra Laurent Dassault, propietario entre otras empresas de Mirage, líder en el sector de la aviación; Jean Guy Cuvelier heredero de una familia de Burdeos con más de 100 años de tradición vitivinícola y propietario en Mendoza de Cuvelier los Andes; y Catherine Pére-Vergé, propietaria de Chateau Le Gay en Burdeos, quien creó la bodega Monteviejo. Finalmente, Jean- Jacques Bonnie, propietario de Chateau Malartic Lagraviere, abrió DiamAndes.
En Clos de los Siete actualmente hay cuatro bodegas y un vino en común: el Clos de los Siete, elaborado con las mejores uvas de Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot de las cuatro bodegas. El 50% de la producción de todas ellas se destina a elaborar un ícono de gran reconocimiento mundial: el vino Clos de los Siete, marca con la que el flying winemaker más famoso del mundo, Michel Rolland, apostó por plantar viñedo en Mendoza, Argentina.
MICHEL ROLLAND FUE UNO DE LOS PRIMEROS EN APOSTAR POR ELABORAR VINOS DE CALIDAD EN ARGENTINA, DONDE TIENE SU PROPIA BODEGA, ROLLAND WINES, DENTRO DEL PROYECTO CLOS DE LOS SIETE
“Discutirán las formas, pero no el fondo. Sospecharán de sus motivaciones, pero no de sus logros. Criticarán su estilo, pero no su éxito”. Así comienza la entrevista que Andrea del Río, editora de Clase Ejecutiva (revista lifestyle líder en Argentina) le hizo a Michell Roland para celebrar los 30 años de su proyecto en Mendoza. Y es que el enólogo tiene amantes y detractores en todo el mundo, pero si algo es evidente, es que su forma de ser y trabajar lo han llevado al éxito profesional.
En concreto, Michel Rolland fue uno de los primeros en apostar por elaborar vinos de calidad en Argentina, donde tiene su propia bodega Rolland Wines. Y Clos de los Siete es hoy un referente internacional de la región. “En Rolland Wines elaboramos también otros vinos, de los que solamente se producen 1,500 botellas de cada vino”, nos cuenta José Seballe, Hospitality Manager de la firma, “por ello muchos clientes los compran directamente aquí y se los llevan a sus países”.
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