Conocido por sus Parques naturales, Costa Rica puede ser también gastronómica. Un viaje a Costa Rica siempre es único. En un posición privilegiada del corazón de Centroamérica, es el lugar donde puedes disfrutar a la vez del Mar Caribe y el océano Pacífico.
El amanecer en uno, el atardecer en el otro. Aún no nos decidimos qué es mejor, si zambullirnos en sus aguas cristalinas o en sus mares de cacao y chocolate. Y es que normalmente se resalta sus arenas blancas y sedosas, pero aquella Costa Rica “rica”, es el leitmotiv de este viaje que te propongo.
El grano de cacao nació en Mesoamérica, así que esta semilla habita en este lugar desde hace millones de años. Los mayas lo llamaban «cacauatl» y lo bebían mezclado con agua y especies como el clavo o la pimienta, siendo para ellos un alimento divino.
Los Aztecas lo descubrieron en la conquista de territorios Mayas, y usaron sus semillas como moneda. Fue Cristóbal Colón durante el occidental que lo probó por primera vez, y Hernán Cortés en el S. XVI quien lo llevó a España donde se lo mezcló con azúcar, vainilla y canela para reducir su sabor amargo. Así empieza la historia del cacao en Europa.
Hoy en día, en lugares como el Volcán Arenal o la región de Cahuita podemos encontrar plantaciones de cacao para visitar, donde podemos conocer cómo es la planta de cacao original, y cómo se trabaja de forma artesanal para convertirla en chocolate.
Es en una de estas visitas que podremos probar la semilla directamente del fruto de cacao, y descubrir su amargor esencial.
EL CACAO ES ORIGINARIO DEL AMAZONAS Y SE CONSUMÍA AMPLIAMENTE EN MESOAMÉRICA, PRIMERO LOS MAYAS Y DESPUÉS LOS AZTECAS. CON LA CONQUISTA DE AMÉRICA, ESPAÑA INTRODUJO ESTA SEMILLA A EUROPA Y ÑA TRANSFORMÓ EN UNA BEBIDA MÁS DULCE
Otros alimentos básicos de la gastronomía costarricense son los frescos de piña, papaya, mango o cualquier otra fruta tropical, el casado, el ceviche, los tamales y la olla de carne.
Pero si hay algo que es imprescindible conocer es el café y las plantaciones de pequeños productores en el Valle Central y en la región de Tarrazú.
Producciones basadas en la calidad, la sostenibilidad y muchas de ellas con café a la sombra, plantas que no se exponen al sol y que no es otra que la fórmula tradicional y más ecológica de cultivar café.
Todos ellos los puedes probar en Kura Villa Design, un hotel boutique en el que el tiempo se para.
yo deseo conocer
Te encantará 😉