Rocío Crusset (Sevilla, 1994) es una de las modelos españolas con mayor proyección internacional. Hija de los periodistas Mariló Montero y Carlos Herrera, vive en Nueva York y compagina la pasarela con los estudios en Administración de Empresas. Amante de la buena mesa y de los buenos vinos, nos cuenta en esta entrevista sobre sus gustos gastronómicos y lo que echa de menos desde el otro lado del charco.

Esther Ibañez

¿Qué desayuna una modelo como Rocío Crusset cuando trabaja? ¿Y en sus vacaciones?

Depende del día, si es muy temprano, suelo tomarme un café y una pieza de fruta. En horarios «normales» y durante las vacaciones, suelo desayunar tostadas con huevos revueltos, algo de fruta, un café o un zumo.

¿Cómo te gusta tomarte el café? ¿O eres de té?

Soy definitivamente más de café. Me gusta el café con leche, clarito.

Viajas constantemente… ¿Nos recomiendas una aerolínea que destaque por su catering a bordo?

Parece extraño pero durante este año he hecho muy pocos viajes internacionales por el COVID, y no recuerdo muy bien lo que suelen servir en los aviones. Como aerolínea y su servicio, suelo elegir Iberia o Emirates.

¿En qué lugar del mundo has comido mejor? Cuéntanos ejemplos.

Como en España no he comido en ningún sitio. Italia sería mi segundo país en la lista, no solo en cuanto a estética y cultura, también por su gastronomía.

La pasión por comer bien te viene de familia… Cuéntanos qué platos asocias con tus comidas familiares.

La paella, las patatas a lo pobre y las croquetas de jamón.

¿Qué alimentos están siempre en tu nevera?

Vivo sola en Nueva York y soy muy desastre cocinando. Mi nevera suele estar casi vacía porque siempre como fuera. Antes solía hacer la compra, pero muchos alimentos se acababan estropeando porque nunca paraba en casa con tantos viajes. Así que decidí comprar sólo cuando supiera que cocinaría ese día en concreto. Pero algo que nunca falta en mi nevera es una botella de vino tinto.

¿Cuáles echas de menos cuando no estás en España?

La calidad. Al final, los alimentos en sí los puedes encontrar en cualquier sitio, pero la calidad de estos no. En España tenemos muy buena materia prima y eso es lo que más echo de menos.

Recomiéndanos un hotel en el mundo. Y si recuerdas un desayuno de hotel que te haya sorprendido, ¿qué te sirvieron?

El Ritz en París, sin duda. Por su estética, cada rincón es fascinante, hasta los grifos son bonitos. El servicio es excepcional y la comida muy rica. Recuerdo desayunar en el patio interior que tienen en el vestíbulo, y tomar el aperitivo en el bar, con una riquísima copa de vino, foie y pan. Tan simple como eso.

¿Qué tipo de vinos te gustan? ¿Qué zonas vinícolas de España? ¿Y fuera de España?

Me gustan los vinos que tengan cuerpo, suelo ser más de tinto. Un vino que me fascina es Pago de Carrovejas. Como zona vinícola de España me quedaría con Valdepeñas. He ido muchas veces y allí el vino es maravilloso. Fuera de España, fui a una cata de vinos a las afueras de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, que disfruté mucho.

¿En qué ocasiones te gusta tomarte un vino?

Los fines de semana siempre ceno con vino. También me gusta tomarlo después de un día intenso de trabajo, en el hotel, viendo una serie o leyendo un libro. En los viajes de avión también disfruto mucho una copa de vino viendo una película.

¿Qué crees que tienen que hacer las marcas de vino para acercarse a jóvenes de tu generación? ¿Lo están haciendo bien?

Depende mucho de cada joven. En mi caso, me han educado en base al conocimiento del vino y su proceso, a cogerle gusto y medida, a saborearlo y disfrutarlo. Hay vinos mejores y peores, pero el consumidor y su propio gusto es quien decide si es bueno o no. Es muy variante, hay vinos muy baratos que me parecen una maravilla, porque me gustan a mí, pero quizás no a todo el mundo. El vino es algo muy personal.

¿Qué otras aficiones tienes?

A parte de pintar, pasear, ver museos o leer un buen libro, me gustan los deportes en exterior. Últimamente frecuento cada domingo un campo de golf, donde a veces juego y otras solo acompaño y paseo. Es una buena escapada del ruido de la ciudad, aunque sea por unas horas.

Cuéntanos un momento perfecto… ¿dónde estás? ¿Con quién?

En Sanlúcar de Barrameda, con mi familia y mis amigas, escuchando flamenco.

FOTOGRAFÍA: Rocío Crusset / unomodels