De vez en cuando hay que echar un vistazo a Rioja, la primera Denominación de Origen creada en España y la primera en recibir la certificación de “Calificada”, para descubrir nuevas tendencias. Estamos hablando de una región con una envergadura productora muy alta, de casi quince mil viticultores y unas seiscientas bodegas embotelladoras. ¿Estás al día de las nuevas propuestas?
Esther Ibáñez
Sabemos que la variedad Tempranillo es la uva tinta que define a Rioja, y en el exterior, a toda España. No en vano, el 80% de toda la uva plantada en esta región es Tempranillo. Pero no perdamos la pista de lo que ocurre en el 20% restante, porque en él están las novedades más jugosas de esta afamada región.
Firme apuesta por los blancos de Rioja
Los vinos blancos con la contraetiqueta de la D.O. Ca Rioja llevan dos años creciendo más de un 10% anual. El peso relativo de los vinos blancos frente a tintos ha ido aumentando desde 2014, debido sobre todo debido a la firme apuesta por variedades autóctonas blancas.
Cuando hablamos de blancos el coupage clásico de Rioja es la Viura con la Malvasía. La Viura es una variedad fina, elegante y que envejece bien. Aporta mucho volumen en boca, pero no es demasiado expresiva aromáticamente. Los aromas son precisamente el fuerte de la Malavasía y por ello el tándem ha funcionado siempre tan bien.
Además de la Maturana que ya se venía trabajando y que se caracteriza por su elegante nariz y volumen en boca, encontramos a la Garnacha Blanca, además de otras variedades blancas autóctonas riojanas: la Tempranillo Blanco y la Turruntés (que nadie la confunda con la torrontés gallega ni con la torrontés la argentina) ya que es más próxima a la llamada Albillo mayor.
La Tempranillo Blanca nació en 1980 en la localidad de Murillo de Río Leza, cuando se observó una mutación de una cepa de Tempranillo tinto a Tempranillo blanca. Desde 2014, se contabilizan 750 hectáreas de esta variedad blanca que aporta intensidad y frescura a los vinos que se elaboran con ella.
También hay viñedos de Verdejo que se abren paso en Rioja. Se expresan de distinta manera según las zonas en las que estén plantados: Rioja Oriental, Alavesa… En general entregan vinos que destacan por sus notas de heno y elegantes anisados.
Estas variedades blancas forman parte de espumosos, como veremos en las siguientes líneas, vinos blancos dulces y vinos de vendimia tardía. Estos últimos se elaboran a partir de racimos que no se han recolectado hasta los meses de enero y febrero.