Cuando el protagonista de la cata es un Xarel•lo 100% elaborado como vino tranquilo sabemos que estamos frente a un vino de la DO Penedés, la región más cercana a la ciudad de Barcelona junto con la DO Alella, y que se ha hecho famosa internacionalmente por la elaboración de cava. Hoy catamos un White, de la bodega Heretat Mont-Rubí, una finca que se ha especializado en las variedades autóctonas como la sumoll o la xarel·lo y los monovarietales.
Por Glòria Vallès
El vino blanco White es claro y brillante, con un color verde limón pálido. Es el color propio de la variedad xarel•lo si se elabora como vino blanco joven sin excesiva intervención enológica.
El aroma es nítido y discreto, una sutil expresión de flores y hierbas aromáticas como el romero, el hinojo o el tomillo. Aparecen también frutas cítricas y frescas como la manzana verde. En este vino blanco dominan los aromas primarios y unas suaves notas de lácteo procedentes de la crianza en lías, notas que a priori pueden ser casi imperceptibles en nariz. Joven y fresco, su aroma es delicado y agradable, invita a beber.
En el momento que el xarel•lo White de Heretat mont-Rubí entra en contacto con el paladar, es cuando sentimos plenamente el trabajo con las lías. Este vino seco de acidez refrescante y permanente, con presencia de alcohol muy mesurada, sería totalmente ligero si no fuera por la crianza en lías, que le aporta una textura aceitosa a la vez que mantiene la frescura propia de esta variedad. El volumen del vino en la boca es medio y viene muy marcado por las lías y la sensación de los aromas de hierbas frescas en el centro de la boca. En retronasal es discreto mientras que la persistencia es larga y la profundidad, media. Muy buen equilibrio de la acidez con el alcohol y la acidez con los aromas retronasales, porque a pesar de que estos son delicados, muy discretos, la acidez se mantiene refrescante, cítrica y muy bien integrada.