El buen tiempo, los días más largos y las sobremesas con amigos invitan a brindar. Sangría, cerveza y blancos ligeros han acompañado las altas temperaturas de estas semanas. Vamos a celebrar que el termómetro se va relajando, con propuestas nos acercan al tan esperado otoño.
Amaia Soto
No creo en la estacionalidad de los vinos, soy fiel defensora de pensar más en el momento, la compañía y el acompañamiento a la hora de decidir maridaje.
Pero reconozco que apetece más un gazpacho en verano y un plato de alubias en invierno. Y con este calor, nos hemos decantado mucho más por blancos livianos y fáciles de beber, de esos que invitan a tomar otra copa y dejan una sensación fresca en el paladar.
Con el cambio de temporada a la vuelta de la esquina, los platos se vuelven un poco más contundentes, vamos recuperando nuestro ritmo de vida habitual y empezamos a pensar en renovar el armario.
Ahora que la temperatura empieza a descender un poquito, queremos aprovechar para sugerir referencias con mayor intensidad y complejidad, sin renunciar por ello a la frescura. ¿Nos acompañas?
Vinos Blancos para el final del verano
La refrescante acidez que nos ha envuelto durante los meses de estío abre paso a una mayor calidez y textura.
Malkoa – «Malkoa» significa «lágrima» en euskera.
Se trata de un Txakoli de Álava de finca, elaborado con la variedad vasca Hondarribi Zuri proveniente de las parcelas más antiguas de la bodega Astobiza.
Se vendimia muy madura para después permanecer durante 20 meses en huevos de hormigón. El contacto constante con sus lías le otorga volumen en boca.
Vino complejo de carácter atlántico en el que destacan notas a fruta de hueso, especiadas y balsámicas.
PVP: 31 €
FOTO: @ Instagram de Mas Doix
Murmuri, Mas Doix
Elaborado, mayoritariamente, a partir de Garnacha Blanca de la zona del Priorat.
Celler Mas Doix nos sorprende con un delicado proceso de selección y elegante trabajo de lías, resultando en un blanco con cierta cremosidad e intensa mineralidad.
Un vino fresco, vivo y largo. En el que encontramos gran persistencia aromática con notas a frutas de hueso como el durazno o la nectarina, anís e hinojo.
Guadineja Airén, un orange manchego
Para sorprender con algo un poco diferente, un vino orange manchego. Se trata de un varietal 100% Airén procedente de viñas prefiloxéricas.
Elaborado por Vinícola de Castilla recuperando una antigua técnica de la zona, la de los vinos “brisados o encascados”.
Algo tímido en nariz, con notas de fruta blanca y de hueso, balsámicos y especias. Fácil y fresco en boca, con final equilibrado. Ideal para redescubrir la variedad Airén.
FOTO: @ Amaia Soto
Vinos Rosados para todo el año (y también para el fin del verano)
El blush californiano o los rosados muy pálidos estilo provenzal nos empiezan a saber a poco. Salimos en busca de notas a fruta más matizadas y algo más de volumen en boca.
Suañé Rosado
Este rosado de Bodegas Alonso y Pedrajo es un sueño, literal. Elaborado con Viura, Garnacha Tinta y Sauvignon Blanc que provienen de viñedos situados a las faldas de los Montes Obarenes, La Rioja.
Complejo, intenso, redondo y con muy buena estructura. Goza de una acidez marcada y aromas a fruta roja madura y pétalos de rosa.
Les Someres Rosado, de Massís del Garraf
Vino de mínima intervención y gran personalidad procedente del Massís del Garraf. Elaborado por Clos dels Guarans con Monastrell, Subirat Parent, Xarel·lo Vermell, Malvasía y Vinyater.
Fermentación espontánea y crianza en diferentes recipientes, inoxidable, madera y terracota.
Fácil de beber, fresco y super mineral.
Altún Rosé Tempranillo
Bodegas Altún nos trae un rosado de producción limitada elaborado a partir de uvas de la variedad Tempranillo de 6 parcelas situadas a 650 metros sobre el nivel del mar en las que las uvas soportan noches frías y jornadas de mucho viento
Vino intenso y carnoso gracias al trabajo con lías, pero con gran acidez. Notas a pomelo, cítricos, flor blanca y especias.
Vinos Tintos (también para el verano)
Aún no estamos listos para crianzas muy marcadas o graduaciones altas. Proponemos tres tintos ligeros y con poca extracción.
El Fosc
Vino elaborado por Finca Parera a base de Sumoll, Tempranillo, Syrah y Garnacha tintorera provenientes de viñedos situados en Sant Llorenç d’Hortons.
Más concretamente, de la Finca Parera, que goza de la brisa del mar y está certificada como biodinámica por Demeter.
Con un sutil toque terroso en boca, un vino ligero repleto de fruta fresca.
Terres Ull de Llebre
Tempranillo 100% elaborado por Josep Masachs con uva proveniente de dos parcelas colindantes que se encuentran en una ligera pendiente.
El fruto de una de las parcelas reposa en depósitos de acero inoxidable mientras que la otra goza de una crianza corta en barrica de roble francés.
Tinto con carácter salino y toques florales, ligereza y gran frescor que personalmente me gusta maridar con salmón al horno.
Petit Pittacum
Este Mencía tiene una relación calidad-precio increíble y, si el calor todavía aprieta, admite que lo sirvamos un poco fresco. Elaborado en Bierzo por Bodegas Pittacum.
De carácter atlántico, aromas minerales, notas a frutas rojas y negras maduras, con ligeros matices a madera. Taninos sedosos y muy bien integrados. Un regalo para los sentidos.
FOTO: @ Amaia Soto
Burbujas
Septiembre siempre trae nuevos proyectos y comienzos. El cuerpo lo sabe y nos empieza a pedir burbujas con capacidad para emocionar.
Textures de Pedra
Raventós i Blanc produce este espumoso elaborado mediante método tradicional con las variedades Bastard negre, Xarel·lo Vermell y Sumoll de la Vinya Més Alta, situada en la cima del Turó del Serral.
Crianza mínima de 42 meses en botella y sin licor de expedición añadido. Destaca por una marcada mineralidad, notas ahumadas, avellanas y mentolados. Auténtico ejemplo de elegancia.
Pregadéu Brut Nature
Varietal 100% Xarel·lo elaborado por Els Vinyerons. Un espumoso elaborado mediante el método ancestral y con una crianza de 18 meses.
Tiene un perfil clásico con notas a cítricos, pan tostado y levaduras. Se trata de un vino natural, sin sulfitos añadidos.
FOTO: @ Instagram de Raventós i Blanc
Bonus track
Nada mejor para contrarrestar la depresión postvacacional que un vino de crianza biológica, más concretamente una Manzanilla de Sanlúcar.
Si durante el verano nos hemos inclinado por referencias en rama para disfrutar de su cara más ligera y delicada, ahora nos apetecen referencias más corpulentas y con extra de carácter.
Manzanilla pasada La Pastora – Conocida es mi devoción por el trabajo de Bodegas Barbadillo. La Pastora es una Manzanilla voluptuosa que ha sido sometida a un período de crianza prolongado mediante el que la flor se debilita ligeramente.
Destaca su color dorado, buen cuerpo y sus aromas marcados a yodo, almendras tostadas y manzana madura. Una maravilla.
Amaia Soto
Amaia tiene más de 13 años de experiencia trabajando a nivel internacional en marketing, ventas y gestión comercial en Colombia, China y España. Es una apasionada del vino, es Formadora Homologada de Vinos de Jerez y ha adquirido el título de “WSET Level 4 Diploma in Wines in Spirits”.
