Nemea es la primera puerta de entrada para hablar de vinos de Grecia. Viajé con Winestyle Travel a Atenas y el Peloponeso hace unas semanas y puedo decir que la llegada en avión a Atenas ofrece una postal aérea bastante cercana a la idea que siempre tuve del país.
Por Manel Guirado
Para llegar a Nemea hay que aterrizar en Atenas. Cultura, historia y sin duda debemos añadir al cóctel todo lo que conlleva la industrialización: el mar azul moteado de islitas y barcos de carga; la línea costera marcada por carreteras; montañas quemadas por el sol y atravesadas por líneas eléctricas.
También aporta ciertas turbulencias debidas a las bolsas de aire caliente que se forman en esta cálida zona. Son factores inherentes en la climatología griega (quintaesencia de la mediterránea, húmeda y a la vez árida) que tanto marca el carácter de la gente, de los alimentos… Y evidentemente, de los vinos de Grecia.
Al tomar tierra sé que estoy en Grecia y, aunque los imputs que me llegan son los típicos de aeropuerto (seat belt, checkout, baggage…), empiezo a sentir el eco de su civilización milenaria.
Un valle, un pueblo, un vino y un león
El camino hacia nuestro destino se desarrolla entre coches, autopistas, suburbios y vías de tren. Enseguida alcanzamos el golfo de Megara que preludia el paso por el espectacular canal de Corinto y la entrada a la Península del Peloponeso.
A unos 35 kilómetros hacia el suroeste, a apenas 90 minutos de la caótica metrópolis, nos plantamos en medio de un valle rodeado por viñedos, cipreses, arbustos mediterráneos y arboles frutales.
Nemea, pequeña y tranquila población que da nombre al valle, es también el apelativo de una de las principales regiones vinícolas de Grecia, posiblemente la más importante en cuanto a la producción de vino tinto. Y es una de las más antiguas, con una viticultura que data al menos des del siglo V a.C.
Situada en el extremo noreste de la península del Peloponeso, sus tierras están cargadas no sólo de vides, sino de historia clásica: en ella se jugaban los juegos nemeos (tan importantes como los olímpicos en su momento), se realizaban sacrificios a Zeus, del cual aun se conserva un templo, y era el hogar del león que tuvo que vencer Hércules en uno de sus trabajos.
El valle de Nemea representa para los vinos de Grecia el típico terroir mediterráneo de interior, de clima cálido, seco y soleado con noches frescas, adecuado para la vid, y con una orografía marcada y rodeada por montañas de hasta 800 metros de altitud.
Debido a esta orografía, se suele dividir el terroir en tres sub-zonas: la parte baja y plana del valle alrededor del pueblo; la zona oeste marcada por colinas; la zona montañosa y más alta hacia el norte.
PUEDES VER ESTE VÍDEO DE DAVID SEIJAS COMENTANDO UNO DE LOS VINOS BLANCOS DE NEMEA.
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