Saint Barth es un paraíso escondido dentro de otro edén más grande que es el Caribe. La isla es muy exclusiva y con tarifas imposibles para el ciudadano medio, pero su mayor riqueza son los espacios naturales que encontrarás entre sus piedras volcánicas. Descubre aquí algunas ideas de cómo disfrutar de Saint Barth en unas vacaciones extraordinarias.
Glòria Vallès
Desde un precioso apartamento con vistas al puerto de Gustavia, capital de Saint Barth, he podido descubrir palmo a palmo las joyas de este enclave francés de ultramar. Saint-Barthélemy, como se llama en francés, es un destino único de naturaleza, exclusividad y atardeceres impresionantes ubicado a 175 km del archipiélago de Guadalupe. Si bien fue la única isla del Caribe colonizada durante largo tiempo por Suecia (casi cien años), toda su gastronomía, historia y cultura están ligadas a Francia.
En un viaje por esta isla cuyo nombre rinde homenaje al hermano de Cristóbal Colón, Bartolomé, puedes gozar principalmente de sus playas paradisíacas, una gastronomía deliciosa, vinos a precios carísimos y atardeceres extraordinarios. Si lo tuyo es el shopping y tu tarjeta de crédito no tiene límite, en Gustavia encontrarás las tiendas más exclusivas de las grandes marcas del lujo: Rolex, Cartier, Louis Vuitton, Dior, Hermès, Prada… así como numerosas boutique con marcas menos conocidas pero también a precios muy exclusivos como Pitusa, Alejandra Raw, Omnia o Tamara Comolli.