El Green Friday nació para hacer frente al incremento del consumo y las compras compulsivas promovidas por el Black Friday. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este nuevo movimiento que promueve el consumo responsable y sostenible.
Glòria Vallès
El Green Friday es, como su nombre indica, un movimiento verde a favor de la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Es una respuesta al Black Friday, que nació en Estados Unidos para celebrar el inicio de las compras navideñas justo un día después del Día de Acción de Gracias.
Sirve también de contrapunto al Cyber Monday, fecha en que las promociones están enfocadas principalmente a productos tecnológicos, electrodomésticos y viajes. Ni Black Friday ni Cyber Monday alcanzan el volumen de ventas online que tiene el Single’s Day en China, pero su impacto global es enorme.
En España, los productos más demandados en Black Friday son moda, calzado y electrodomésticos según datos de Statista. También según la misma compañía, el 23% de los encuestados en Francia entre 2019 y 2020 sobre su intención de apoyar el Green Friday respondieron que lo harían no comprando nada, y el 15% que comprarían en webs que promovieran el Green Friday. La tendencia va al alza y la veremos crecer en los próximos años.
¿El Black Friday tiene consecuencias negativas?
El Black Friday se ha convertido con los años en una locura consumista a nivel internacional. Es la fecha del calendario que las marcas aprovechan para aumentar sus ventas gracias a descuentos agresivos y mucha promoción, y con ello cerrar el año con buenos resultados económicos, a pesar de que los descuentos se traduzcan en un menor margen de beneficio para la compañía.
Las consecuencias negativas que tiene el Black Friday para la sostenibilidad y la protección del medio ambiente son enormes. Por un lado, para poder vender con descuento las marcas ahorran en costes de producción, lo que se traduce en selección de materiales menos sostenibles y difíciles de reciclar cuando termina su vida útil. Por otro, las compras compulsivas llevan a un exceso de consumo y una mayor generación de desechos. La gestión de estos desechos no está resuelta y provoca un impacto medioambiental inmenso, como podemos ver en este vídeo de la marca ECOALF: