Han logrado fama nacional e internacional y no es para menos. Los vinos de Ribera del Duero, especialmente los Crianzas – recordemos que ahora también elaboran vinos blancos-, son adorados por los consumidores. Y es que no dejan de reinventarse, permitiendo a quien los elige redescubrir añada tras añada el potencial de la Denominación de Origen.
Redacción
Aromáticos, muy afrutados, con personalidad. Los vinos tintos de Ribera del Duero son poderosos, rotundos, de color vivo en su juventud, y son suaves, aterciopelados y rico en elegantes aromas que se ponen de manifiesto a lo largo de su evolución. El prestigioso Master of Wine, periodista y prescriptor Tim Atkin publicaba en enero “Top 100 de Ribera del Duero” y Ribera del Duero ha sido la DO en ostentar el mayor número de vinos calificados con la máxima puntuación en la Guía Peñín 2021.
Estos reconocimientos son fiel reflejo del gran trabajo llevado a cabo con esfuerzo, amor y pasión por parte de viticultores y bodegueros, quienes muestran a través de sus vinos las especiales condiciones de la comarca en que se elaboran.
Además de vinos tintos, y del ya muy conocido Crianza, en Ribera del Duero se elaboran también vinos blancos, tintos y rosados. De estos últimos, no hay que perderse Korde de Bodegas Pinea del Duero, elaborado con la variedad reina en Ribera del Duero, la Tempranillo (Tinta del País).
Para blancos, encontramos la Albillo Mayor – muy interesante el Albillo Real de Las Moradas de San Martín. El terroir, el clima, la altitud y otros factores influyen en la evolución de la uva, lo que junto a la maestría del enólogo, da lugar a vinos únicos, de calidad extraordinaria, genuinos, inimitables, auténticos.
FOTOGRAFÍA : Los vinos tintos de Crianza de Ribera del Duero tienen una crianza mínima de 12 meses en barrica de roble / @ Denominación de Origen Ribera del Duero
Crianzas de Ribera del Duero que marcan estilo
La personalidad y el carácter intrépido de la Denominación de Origen Ribera del Duero se refleja en sus vinos tintos Crianza, que llegan al mercado al menos en su tercer año de vida y tras un paso mínimo de 12 meses en barrica. Buque insignia de una comarca diestra en las artes del envejecimiento, capaz como ninguna de jugar con la madera, experta en la creación de vinos nacidos para la longevidad.
Los tintos Crianza de Ribera del Duero son elegantes, sabrosos, intensos, voluminosos y llenos de sensaciones. Ideales para disfrutar en mesa, un regalo para el paladar en cualquier momento del día.
Cada Crianza es único, como lo son las manos que lo elaboran y el lugar en el que nacen, como los de la pequeña bodega de Epifanio Ribera o los de Valtravieso. Degustarlos es conocer las mil caras de la Ribera del Duero, saborear la tradición o sumergirse en la vanguardia y en las nuevas tendencias.
Si te atraen estos vinos, la mejor opción para disfrutarlos es subirte al coche y recorrer la Ribera del Duero sobre ruedas.
FOTOGRAFÍA : @ Demoninación de Origen Ribera del Duero
