Puglia es el destino ideal para los amantes de la buena comida y un estilo de vida relajado… Siempre y cuando no viajes durante los meses de julio y agosto ;-) Me he escapado a este precioso destino del sur de Italia después de la temporada alta del verano y te cuento qué puedes ver en Puglia en tres días.

Glòria Vallès

Viajar a Puglia en Junio o Septiembre puede ser muy buena opción. Lo importante es evitar la temporada alta, porque en julio y agosto las playas y los lugares de interés están abarrotadas y el servicio en muchos restaurantes deja que desear… En Wine Style Travel, además de descubrir y degustar el mundo buscamos desacelerar, así que evitar las aglomeraciones es el primer paso para disfrutar :-)

Para mí, la ciudad de Puglia que no te puedes perder es Lecce, aunque también te recomiendo la Citta dei Sassi en Matera, Polignano al Mare y las preciosas calles de Alberobello y de Cisternino. Sin duda tienes que disfrutar un día en una de sus preciosas playas (no diremos que son caribeñas porque ¡el Caribe es otro destino!) y dar rienda suelta a tus deseos gourmet en los cientos de restaurantes y trattorias que encontrarás.

Qué puedes hacer en Puglia en tres días

En realidad ya te había hablado de Puglia anteriormente, cuando visité la región en familia. Esta vez el plan era distinto: escaparme con amigas para descansar tres días de la rutina y disfrutar de la novedad de pasar unos días en otro lugar. Antes de diseñar la ruta, toma nota de lo siguiente:

Imprescindibles para disfrutar:

• Degustar la cocina tradicional de Puglia y descubrir sus vinos, cada vez más valorados en el panorama internacional.
• Tomar el sol en las playas más bonitas de Puglia y pasar un día en uno de sus numerosos beach club.
• Pasear por las calles llenas de historia y descubrir la arquitectura barroca en Lecce.
• Admirar los Sassi de Matera, Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1993.
• Fotografiar los Trulli de Alberobello, los más instagrammeables de Puglia, también Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Ruta de tres días

1. Llegada a Brindisi – Lecce.

Desde España es fácil volar a Brindisi, donde podemos alquilar un coche para nuestra estancia. En 35 minutos conduciendo por carretera en línea recta llegaremos a Lecce, una ciudad mágica por la arquitectura barroca que albergan sus calles y los cientos de restaurantes y bares en los que podremos degustar la gastronomía pugliese.

Nos alojaremos una noche en el centro de la ciudad y empezaremos la ruta desde Plaza Sant Oronzo, donde no podemos perdernos el Anfiteatro Romano. Seguiremos con el Duomo de Maria Santissima Assunta y la Basílica di Santa Croce.

2. Lecce – Ostuni.

De Lecce a Ostuni, donde podemos alojarnos dos noches, tenemos una hora de coche. Pero lo interesante del segundo día no es ir directos a Ostuni, sino parar por el camino y disfrutar de un día de sol y playa en la costa adriática. Hay muchos Lido o Beach Club que puedes reservar, dependiendo de tus expectativas y presupuesto. Google Maps es un buen aliado para hacer tu selección ;-)

Después de un día de playa, iremos a Ostuni y aprovecharemos la tarde – noche para descubrir la ciudad. El casco antiguo de Ostuni es ideal para perderse: entre sus calles encontraremos la catedral romana (Basilica concattedrale di Santa Maria Assunta), el Palazzo Vescoville y el Arco della Scoppa, entre muchas otras atracciones culturales e históricas.

3. Ostuni – Cisternino – Alberobello.

Las tres localidades están muy cerca unas de otras. Después de desayunar en nuestro alojamiento Ostuni, podemos empezar la ruta en Alberobello, la famosa ciudad de los Trulli (cuenta con más de 1500 Trulli considerados Patrimonio Mundial de la UNESCO). Igual que en Cisternino, lo ideal aquí es perderse por las calles empedradas y dejarse enamorar por los rincones más fotogénicos del lugar.

4. Ostuni – Brindisi.

Si has decidido alojarte en una Masseria – las hay de muy lujosas y otras más asequibles -, el último día antes de ir al aeropuerto es ideal para descansar en la piscina y llenarse del sol del sur, para volver con las pilas cargadas a nuestra rutina.

Los vinos de Puglia

La gastronomía italiana es famosa mundialmente, quizás inseparable de la pizza y la pasta que encontramos hoy en día en cualquier lugar del mundo. Lo que ha ido ganando terreno en los últimos años es el prestigio de sus vinos.

No es fácil elaborar grandes vinos en zonas muy cálidas: la acidez se ve comprometida por el elevado grado de azúcar y maduración de las uvas que crecen bajo un fuerte sol y poca lluvia.

Puglia es la segunda región más productiva de vinos después de Veneto, según «The Oxford Companion to Wine» editado por Julia Harding y Jancis Robinson y es más bien reconocida por la producción de uva y vino de mesa. Las autoras publican: «la mayoría (del vino) se vende a grandes embotelladores del norte para statisfacer la demanda de supermercados».

La demanda en los mercados internacionales de vinos elaborados con variedades indígenas ha puesto el foco en algunas de las Denominaciones de Origen Controladas de Puglia (28 en total), siendo las más importantes Cacc’e e Mmitte di Lucero donde se elabora principalmente Nero di Troia; Castel del Monte con la misma variedad, aunque también se trabaja con Aglianico y Moscato di Tranti para los vinos dulces.

Otras variedades de uva que encontraremos en los vinos de Puglia son Primitivo (en Gioi del Colle, por ejemplo), Negroamaro y Verdeca para los vinos blancos. Más que pedir el vino en el restaurante según las variedades, pregunta al sommelier o propietario del restaurante sobre el vino que mejor maride con tus gustos y la gastronomía que vas a disfrutar.